04 diciembre 2006

periódico extremadura

Instalados en la música indie-rock más contemporánea, Bloomington necesita volar. La presentación del quinto disco del cuarteto extremeño el pasado sábado en el Gran Teatro de Cáceres fue toda una demostración de fuerza y coherencia con un estilo marcado por la profundidad de sus tres guitarras y el respaldo de la batería.

Ante ni siquiera un centenar de espectadores --principalmente familiares y amigos, una pena-- los hermanos Tato (José, voz y guitarra, y Juan Jesús, batería), Javier Torres (bajo) y Carlos Rubio (guitarra) fueron desgranando en poco más de una hora los nueve temas de Activando la disidencia , su primer trabajo en castellano nacido en febrero de este año tras los cuatro anteriores en inglés (The Magic Bullet Theory (2002), Kill the rock stars we were (2003), Play The Game (2005) y Homenaje a The Cure (2005).

Con la propina de otro puñado de canciones antiguas, la banda nacida en 1994 en Cáceres volvió a reivindicar una forma de hacer música que les ha servido para ser más conocidos fuera que dentro de casa. Sorprende que el calendario de conciertos que aparece en la web se quede corto para los méritos de Bloomington, pero más aún si se mira la calidad del directo.

Sonido compacto, letras atrevidas y, lo más importante, una sensación de que les queda mucho por crecer todavía. La puesta en escena en el Gran Teatro comenzó y acabó de forma sorprendente: una voz en off dejaba bien claro que el capitalismo es, a través de las instituciones, una forma de dictadura encubierta a pesar de que buenas personas las gobiernen. Y para ser fieles a su mensaje de activar la disidencia, Pepe Tato cantó que "hay que hallar detrás del miedo la inercia de sentirse vivo, buscar las palabras que activen de nuevo las voces robadas a nuestro silencio".

Grabado en Cáceres y mezclado en Barcelona, el disco de Bloomington no se permite concesiones de cara a la galería. Parece la historia de un diario duro, a veces seco, a veces frío, de sentimientos e ideas que miran hacia fuera. Palabras es el término que más se repite, como si quisieran buscarlas con ansiedad: "Palabras sin sentido", "palabras que quieren volar sobre el silencio", "palabras que quieren romper la esclavitud del miedo".

Hubo también alusiones al proyecto de la refinería en Tierra de Barros --"Extremadura quiere parecerse a Tejas. Nos van a traer petróleo"--, sin más palabras que no fueran el mensaje final de que "otro mundo es posible" con el que se cerró un concierto para el que no hubiera estado nada mal utilizar la fórmula de entrada más consumición. No se pueda dar más por menos dejando siete euros en taquilla. Una sala de conciertos de cualquier ciudad española no bajaría nunca de los 10 con este cartel.

La soledad, el desarraigo, los sueños o la confusión pasaron por las canciones de Bloomington, envueltas en un sonido que respondió con creces. "Los trenes parten sin destino. Persigo ese lugar donde no existen los milagros", dice Trenes rigurosamente vigilados , penúltimo tema del disco. Bloomington tiene que seguir viajando.

Texto: Carlos Ortiz

02 diciembre 2006

gran teatro. cáceres

Fue una noche muy especial.

El técnico de sonido y sus ayudantes: formidables. El encargado de las luces y sus ayudantes: formidables. La dirección y todo el personal del gran teatro: formidables.


Así es fácil tocar en directo.

El sonido fue excelente y todas las demás condiciones del Gran Teatro hic¡eron que éste haya sido el concierto en el que más hemos disfrutado y en el que más lejos hemos llevado nuestra propuesta musical.


Si todos los conciertos fueran así, todo sería más fácil.

Muchas gracias a todos los que vinieron y a toda la buena gente del Gran Teatro.

(Dentro de poco pondremos fotos, aunque, ahora mismo no tenemos ninguna. Si alguien hizo fotos y quiere mandarlas, se lo agradeceríamos muchísimo.)

09 noviembre 2006

feiticeira.tk

Desde hace unos años Bloomington son, más que una banda, unos auténticos catalizadores de la escena indie-rock nacional, aunque siempre han sido un poco los hermanos pobres de otras bandas, sin obtener el reconocimiento del que otras bandas de grandes ciudades disfrutan. En este caso y como viene siendo tendencia, los cacereños se han pasado al castellano resultando en un curioso timbre de voz un tanto ambiguo con tendencia a exagerar las "eses". Esto permite que las historias de desesperanza tanto sentimental como sociopolítica nos atraviesen con más fuerza, así como los alegatos que llaman a cambiar el futuro, a "activar la disidencia" como reza el álbum inspirado en un texto de Chomsky.

La pauta del disco es la tensión instrumental agudizada con letras perturbadoras. Así comienza con trepidancia percusiva
"Empezar otra vez" que enlaza a la perfección con "No todo está perdido". Esto ilustra el carácter unitario de un disco breve (35 minutos) y con escasos altibajos.

Pero la poesía de Bloomington habla de cosas muy concretas. El mejor caso lo tenemos en "Madrid Rock", una especie de oda a la música a modo de desoladora crónica futurista, o quizás no tanto. El tono tristón y amargo con su punto de fuga continúa en "Cuando Fuimos Reyes" y se remonta el vuelo un poco con la reflexiva "Redactor Jefe".

El disco también nos ofrece números dignos del mejor pop-rock como
"Lugares Comunes" o especialmente "La Corporación" con pegadizos estribillos que obsesionan la mente del oyente. Una conjunción tan perfecta tiene esta última entre fuerza lírica e instrumental que no sabrás si la escuchas por el puro placer de oírla o para aprenderte la letra. Letras remarcadas con la reiteración rítmica y que alcanza grandes cotas como en "Trenes Rigurosamente Vigilados".

En fin, Bloomington encuentran en su particular madurez un aliado poderoso en el castellano para mostrar una rica expresividad que no necesita de grandes piruetas musicales más allá del indie-rock noventero y quizá algunos retazos de post-rock. Canciones volátiles que nos sobrevuelan como sueños y pesadillas a la vez exponentes de la cruda y grisácea realidad, sensaciones bien plasmadas en el artwork.

texto: Sprnknwn .

04 noviembre 2006

sala gottika. mérida

El concierto se suspendió porque la sala no estaba preparada para albergar conciertos. Nos tuvieron cuatro horas esperando a ver si traían equipo o no lo traían. El dueño de la sala no estaba allí y los organizadores del concierto tampoco. La actuación estaba organizada, según ponía en los carteles, por la fundación Autor de la Sgae, pero a nosotros nos contrató el plantel del festival Contempopranea de Alburquerque. Nos marchamos del local sin cobrar.

10 octubre 2006

supernovapop.com

Los miembros de Bloomington han decidido seguir la estela de muchos grupos del panorama independiente nacional: cantar en castellano para conseguir una mayor comunicación con su público natural. Tras "The Magic Bullet Theory" (2002) y Kill The Rock Stars We Were (2003), Activando La Disidencia, su primer álbum en español, les convierte en un grupo que, sin dejar de mostrar su pasión por el mejor rock indie norteamericano (Pixies, Pavement, Death Cab for Cutie), ha conseguido definir un estilo propio.

En este sentido, su nuevo trabajo nos muestra a una banda interesada en crear unas atmósferas oscuras y algo asfixiantes. Reforzando esta sensación, la melancólica voz de José Tato y unas letras tristes y algo crípticas refuerzan si cabe ese clima de disidencia del título. En este caso, ese sentimiento parece ser más íntimo que social. Ejemplo de todo ello es "Redactor Jefe", una canción que muestra claramente el clima paranoico y casi siniestro del disco. Los problemas de un escritor para plasmar en papel sus ideas son descritos de manera exacta en un tema opresivo tanto en los textos como en lo meramente musical. Como contraste, aunque también con el mensaje pesimista que parece inundar todo, "La Corporación" se revela como la composición más directa y accesible de un trabajo caracterizado por las pocas concesiones a la comercialidad. En este sentido, los dos cortes que he comentado marcan la regla general de un disco donde se combinan canciones de estructura más clásica con otras más difíciles y opresivas. Todas, sin embargo, parecen respirar una tristeza y un rencor interior que les hace adecuadas para ser la banda sonora de esos momentos en los que nos apetece regodearnos en nuestras más íntimas miserias.

Texto: Julio Vallejo

07 octubre 2006

mmamm.net

Soy de los que normalmente le resulta indiferente el idioma en el que cante una banda, creo que cada uno debe cantar en la lengua que más le guste y con la que más cómodo se sienta a la hora de componer letras y cantar, siempre que la domine suficientemente para ello. Además, me suele costar pillarles de nuevo el punto cuando las bandas deciden cambiar de idioma en sus letras. Sin embargo, en este caso, sin que sirva de precedente, creo que a Bloomington les ha sentado bien el cambio. Los cacereños han pasado de cantar en inglés en sus dos primeros discos a hacerlo en castellano en este "Activando la disidencia" y esto, unido a su evolución estilística hacia un indie rock musicalmente más desnudo, les hace resultar más cercanos y directos. Prácticamente han dejado atrás los complicados terrenos en los que Fugazi o Sunny Day Real Estate servían de referencia y donde en mi opinión su sonido no terminaba de cuajar y abordan nuevas influencias, como Nada Surf o Get Up Kids, con las que se desenvuelven de forma solvente. Otro beneficio de este cambio es que se le presta más atención a las letras y este disco cuenta con unos textos cuando menos llamativos, letras inconformistas, que denuncian ciertas sinrazones de la sociedad, pero de una forma personal, sin resultar demasiado evidentes. Agradable redescubrimiento. ALFONSO

30 septiembre 2006

3er pop art. gran teatro. cáceres

Asistimos a la entrega de premios del 3er festival Pop Art de Cáceres. Fuimos galardonados con el premio al mejor disco del año y acudimos a la gala celebrada en el Gran Teatro de Cáceres para recogerlo.

Allí interpretamos dos canciones, Cuando fuimos Reyes y Madrid Rock, en un formato distinto: sin batería. Era la primera vez que tocábamos sin batería y la sensación fue bastante extraña, aunque el resultado no fue del todo malo. De cualquier manera, tiene que ser maravilloso tocar en ese recinto todo el grupo. Lo dijimos allí y lo repetimos ahora: tenemos una cuenta pendiente con el Gran Teatro.

Desde aquí, agradecemos a la organización del Pop Art el buen trato dispensado. Mucho ánimo.

23 septiembre 2006

festival la aldea de la amex. aldea moret

Este concierto fue para nosotros algo más que un concierto. Era la primera vez que tocábamos en nuestro barrio y lo hicimos de la mejor manera posible: dentro de un festival enmarcado en una celebración de puertas abiertas de Aldea Moret.

Hubo actividades durante todo el día, a pesar de la "ayuda" del Ayuntamiento cacereño, siempre pendiente de hacer las cosas mal aunque le pongan en bandeja hacerlo bien. En fin, ellos se lo pierden, y bastante tienen ellos con lo que son.

Tocamos sobre la una de la mañana y el sonido estuvo a gran altura. Hubo mucha gente del barrio viéndonos y nosotros estuvimos felices de tocar delante de tantas caras conocidas. El concierto fue prácticamente el mismo que el del contempopranea: tocamos las canciones de Activando la disidencia y, en esta ocasión, A quiet life with my wife.

Muchas gracias a todos los que estuvisteis la otra noche con nosotros y todo el día disfrutando de todas las actividades programadas. Si se quiere, se puede. Si se quiere, se puede.

30 julio 2006

supernovapop.com

[...] Después de este concierto tranquilo le tocaba el turno a otra banda con un estilo radicalmente opuesto a Ama. Estamos hablando de los cacereños Bloomington. Después de dos discos en inglés y estrenando nueva formación (ahora son un cuarteto) presentaban su tercer larga duración, esta vez cantado totalmente en castellano. Gran parte del concierto de la banda estuvo integrado por temas de "Activando la Disidencia", título reivindicativo donde los haya. Los cacereños se dedicaron a defender los postulados más clásicos del "indie-rock". Sí, ese que nos recuerda a los viejos tiempos de, por ejemplo, El Inquilino Comunista. Cuarenta y cinco minutos de rock intenso y directo si apenas tiempo entre tema y tema. Para ir terminando su tiempo asignado homenajearon a los de Alfaro tocando "Rifle de repetición", sin duda la mejor versión que se oyó en el festival y la más cercana al espíritu de la banda homenajeada. Muy buen sabor de boca el que dejo Bloomington, esperemos que el tiempo les dé la razón y se les comience a reconocer como lo que son, una gran banda. [...]

Texto: Fernando del Río.

28 julio 2006

festival contempopranea. alburquerque





Haa años que no tocábamos en el Contempopranea. Estuvimos en las primeras ediciones y nos ha sorprendido gratamente la "profesionalización" del festival, sobre todo, en el aspecto técnico: llevamos muchos años tocando y jamás haamos visto unos técnicos de sonido tan profesionales y tan eficientes. Por primera vez, los riders han servido para algo y cuando le haas una indicación al técnico de monitores haa lo imposible por atenderte. Poco menos que un milagro.

Tocamos Activando la disidencia al completo y una versión de Surfin’ Bichos titulada Rifle de Repetición. No somos muy amigos de hacer versiones, pero era una sugerencia de la organización para homenajear al grupo manchego. El caso es que nosotros no somos ni siquiera un poco fans del grupo, aunque respetamos su trayectoria y su dedicación a la música en todos estos años; y realizamos la versión con todo el respeto que merece una banda de rock.

Hubo bastante gente viéndonos, más que ningún año en el que hubiéramos tocado, y nosotros lo pasamos bien. Poco más se puede pedir.

11 julio 2006

bloomington - madrid rock (directo)

04 julio 2006

rockestatal.com

Los cacereños Bloomington se unen a ese grupo de bandas nacionales de pop rock, como Deluxe o Sidonie, que abandonan el inglés para abrazar la lengua patria, el castellano. En su tercer trabajo discográfico, que lleva por título, ‘Activando la disidencia’ se alejan de la escena indie rock americana; para mostrarse como una banda con personalidad propia.

Han tardado cuatro años en encontrar su sonido característico; que ya se dejaba entrever en sus dos trabajos anteriores; ‘The Magic Bullet Theory’(2002) y ‘Kill the rock stars we were’. Un sonido que busca crear atmósferas tristes y melancólicas, y que está acompañado de unas letras que narran intentos fallidos de salir estados angustiosos y deprimentes. Como muestra de ello, no hay más que escuchar con atención el estribillo del tema número 8, ‘Trenes rigurosamente vigilados’: ‘ Si yo supiese como poder pronunciar las palabras simples que dijeran lo que soy. No perdería el tiempo como siempre. Cuando aparece nueva la fatalidad.’

El título de este álbum, ‘Activando la disidencia’, no está cogido al azar según se aprecia en los mensajes que transmiten en sus composiciones. En el corte número 2, No todo está perdido’, lanzan la siguiente proclama: ‘Poder cambiar la dirección de tanto aire enemigo. Hallar detrás del miedo la inercia de sentirse vivo. Buscar las palabras que activen de nuevo las voces robadas a nuestro silencio.’ Otro de los temas que llama la atención por su mensaje es ‘Redactor jefe’. En él nos describen con mucha acidez esa figura tan singular que habita en los medios de comunicación. Al personaje protagonista de este tema, Bloomington le dedican lindezas como: ‘No es fácil encontrar la voz que oculte datos hasta construir un fraude’.

Los amantes del indie rock cantando en castellano estamos de enhorabuena. Las cosechas del 2005 y del 2006 nos están dando nuevos y ricos sabores. A los ya adorados Lori Meyers; hay que sumar a esta banda que se hace llamar Bloomington.

texto: Rubén González Moreno

20 mayo 2006

sala zero. tarragona.

Tarragona es desde ya una de nuestras ciudades favoritas. El trato recibido allí y la buena acogida que tuvo nuestra música nos hace infinitamente felices, y nos vuelve a demostrar que todo esto no es en vano.

El concierto fue brillante, a la altura de un técnico eficaz y de una sala con una acústica formidable. El sonido estuvo rayando lo perfecto y la ejecución estuvo al nivel de las condiciones ambientales (no contaminación, no gramíneas=no asma). Grandes momentos fueron las interpretaciones de Madrid Rock y Lear, aunque todas las canciones estuvieron a un nivel muy alto.

Ya tenemos ganas de volver. Gracias Associació Cultural Anima't. Gracias amics.

19 mayo 2006

sala siroco.madrid.




Primera jornada de la fiesta Aloud Music en Madrid. Una fiesta cuya preparación ha estado repleta de inconvenientes y desgracias que deslucieron el cartel propuesto inicialmente, y que nos sumieron a todos en ese estado de confusión propio de todo lo relacionado con la muerte.

Comenzaron Murdo y su virulento math-rock. Ellos fueron los encargados de romper el fuego y lo hicieron a lo grande: con la rabia y la violencia que los tiempos exigen. Dúo con muchas cosas que decir, que ya es mucho. Guitarra + batería y la sabiduría de dos músicos experimentados en el subsuelo de la música independiente.

Después salimos nosotros, Bloomington. Había más gente en la sala, pero no toda la que se preveía. El concierto estuvo deslucido por algunos problemas de sonido y por el asma de J. Tato que casi termina con él en el suelo. El calor reinante, la contaminación madrileña y las gramíneas hicieron bien su trabajo. Hubo buenos momentos en la actuación y otros que no lo fueron tanto. Muchas caras conocidas entre el público y cada vez más gente cantando las canciones.

Para el final teníamos a (lo:muêso), que como no podía ser de otra forma estuvieron geniales. El sonido no acompañó lo suficiente, pero ellos volvieron a demostrar que no hay ningún grupo como ellos en el mundo. Grandes, grandes, grandes.

fotografías: notesalves.com

15 mayo 2006

zona-zero.net

Parece que en los últimos tiempos cambiar de idioma es una tendencia en los grupos nacionales. Muchas son las bandas que se expresaban en inglés y que ahora han pasado a hacerlo en español: Standstill, Sidonie, Deluxe, Love of Lesbian… A ellas pueden sumarse los extremeños Bloomington, que acaban de editar su nuevo álbum, “Activando La Disidencia”.

Llevan más de 10 años como grupo pero, a pesar de esta dilatada carrera, la verdad es que no son muy conocidos. La impresión que me da es que han sido siempre la “hermana fea” del indie rock español. (Y como muestra un botón: son oriundos de mi ciudad natal, Cáceres, lugar donde no hay demasiados grupos conocidos… y aunque su nombre me suena de toda la vida, no los había escuchado hasta hace poco tiempo).

El cambio más notable que han experimentado Bloomington en este nuevo disco es el del idioma, como ya he mencionado antes, pero no acaban ahí las novedades: han pasado de ser un trío a un cuarteto con la inclusión de una segunda guitarra. Contrariamente a lo que pueda parecer, a pesar de esta incorporación su sonido no se ha vuelto más guitarrero y contundente, sino que este es su disco más desnudo, en el que apenas utilizan la distorsión.

Los nueve temas incluidos en “Activando La Disidencia” sorprenden, sobre todo, por la calidad de las letras. Se agradece que los grupos tengan algo que decir, sobre todo cuando cantan en español y se entiende todo. Bloomington no emplean esas rimas facilonas o aquellas historias insulsas a las que estamos tan acostumbrados: van directos a la yugular con letras combativas e inspiradas, con canciones que son una mezcla de amargura y esperanza. Mención especial merecen temas como “Madrid Rock”, en la que cuentan su versión del asunto (vamos, la que no salió en la tv) o “Trenes Rigurosamente Vigilados”, cuyo título nos trae a la cabeza irremediablemente cierto día de marzo.

El primer tema del álbum es “Empezar Otra Vez” (buen título para comenzar un nuevo disco), que enlaza con “No Todo Está Perdido”, pop rock de estribillo pegadizo. “Cuando Fuimos Reyes” muestra la parte más intimista de la banda, mientras que el lado animado lo encontramos en “La Corporación”, uno de los temas más poperos y bailables del disco. “Lear”, con 10 minutos de duración, la mayoría de ellos instrumentales, es el más intenso.

Activando La Disidencia” es un disco que entra fácilmente, aunque no seas especialmente aficionado al indie rock patrio. El principal “pero” que le veo es, como en la mayoría de los grupos de este estilo, la voz. José Tato hace gala de un timbre un tanto peculiar y de una pronunciación que parece forzada en ocasiones (¡esas “eses”!), pero la sangre no llega al río y la cosa no pasa de una ligera extrañeza la primera vez que se oye. En definitiva, estamos ante un disco bien construido, coherente y homogéneo, puesto que todos los temas van en la misma línea, pero sin hacerse monótonos. Los 35 minutos pasan volando e invitan a una segunda escucha. Bloomington la merecen, sin duda.

Texto: Marta Mariño

11 mayo 2006

3er cáceres pop art

El próximo 30 de septiembre estaremos tocando en el Gran Teatro de Cáceres en los I Premios del Pop Español, que se entregarán en una gala presentada por Jesús Ordovás. Estos premios forman parte de la tercera edición del Cáceres Pop Art.

Esta es la lista de premiados.

-Mejor maqueta: April Fools Day (Premio Rompeolas)
-Mejor álbum: Bloomington (Premio Bon Vivant)
-Grupo revelación: Quant (Premio Megaton Yeye)
-Mejor banda electrónica: Oblique (Premio Mondo Futura)
-Mejor grupo femenino: Underwater Tea Party (Premio Lolitas)
-Mejor grupo mod/beat: The Shake (Premio Moderno pero español)
-Mejor grupo Pop: Seine (Premio Nueva Aristocracia Pop)

02 mayo 2006

el lince con botas

Anoche se estrenó en Canal Extremadura Televisión el documental que Libre Producciones ha rodado sobre Bloomington. Muchas gracias a José C. Manzano y sus compañeros por la atención que nos dispensaron.

20 abril 2006

café la palma. madrid.



“La noche de los libros” fue el título con el que los responsables de cultura de la ciudad de Madrid habían bautizado al pasado jueves 20 de abril. Con el trasfondo de la próxima celebración del día del libro, el consistorio puso de acuerdo a los responsables de las librerías de la ciudad para ampliar su horario hasta la medianoche, sacar los libros a la calle y promocionar multitud de eventos literarios. Escritores y público tuvieron la oportunidad de conocerse en diferentes tertulias y firmas de ejemplares organizadas por emblemáticos cafés y editoriales.

El 20 de abril fue el día elegido por Manta Ray para presentar su disco en Madrid en la sala Arena. Ese mismo jueves, donde casi un centenar de personas aguardaban impacientes la apertura de Siroco para ver las nuevas canciones de los madrileños Crave. Ese mismo día, para los que vaticinan aureolas negras sobre la realidad cultural madrileña, Bloomington también presentaba su “Activando la disidencia” en el café La Palma de la capital.

En ese extraño y corto camino que baja por Gran Vía, llega a Plaza España, sube hacía la calle La Palma por San Bernardo y deja a un lado a la calle San Dimas, me encontré con una ciudad diferente. Una Gran Vía con puestos de libros en la acera, una Plaza España con gente aguardando en la sala Heineken, bullicio y expectación en Siroco... y aún quedaba el concierto de los cacereños.


El Café La Palma presentaba un aspecto bastante desolador a la hora fijada para el inicio del concierto. Demasiados eventos para un mismo día, pensé. Y es cierto que, independientemente de quién fuera el protagonista de la sala de conciertos, que, por otro lado, es una parte más de un espacio mucho más grande, el Café La Palma es un lugar que siempre tiene una gran afluencia de público, y más aún si es un jueves por la noche.
Digo extraño porque a última hora se incorporaron los madrileños The Gain como teloneros del que iba a ser el concierto principal. Arropados por un buen número de amigos y seguidores, presentaron las canciones que forman parte de su maqueta Trigger. Pero el tiempo, limitado a las 12 de la noche por la sala, se acortaba a medida que se iban desgranando canciones de The Gain. Reconozco que no fue el mejor momento para presenciar su concierto, me podía la ansiedad y no pude prestar el interés necesario para tener una opinión imparcial del grupo. Apunto en la columna del “debe” el asistir a alguno de sus próximos conciertos.

Con todo ello, cambios en el escenario incluidos, Empezar otra vez, comenzó a sonar a eso de las 11:15 augurando un concierto corto. Suspiré al comprobar que el volumen del sonido de la sala volvía a recuperar al de antaño, después de la incertidumbre creada durante la actuación de The Secret Society. Esta vez, la música de fondo del bar no se colaba ruidosamente en la sala, no hubo molestos comentaristas alrededor de la barra, teníamos pues una situación privilegiada para disfrutar de un gran concierto.


El cambio de grupo implicó, inevitablemente, que las primeras canciones no tuvieran un sonido bueno. Diferencias de volumen entre las dos guitarras y la voz un poco floja, sobre todo. Percepciones que se fueron limando a medida que las canciones se sucedían. Sin pausas, sin apenas silencios o cortes que lleven a la distracción, el ritmo e intensidad sobre el escenario iba aumentando con el tiempo. Del mismo modo se difuminaban esas pequeñas imperfecciones iniciales entre las guitarras, no en vano son los primeros conciertos con el nuevo guitarrista y aún requieren un tiempo para que el engranaje vuelva a funcionar a la perfección.
Inevitable emoción contenida al escuchar de nuevo Cuando fuimos reyes. Es difícil de explicar lo que uno siente cada vez que escucho esta canción. Algo de esperanza se cuela en mi interior, un cierto optimismo que recuerda a ese No todo está perdido que abría el concierto. Una oportunidad que uno brinda al ser humano cuando observa que aún existe gente que toca, hace discos o escribe sin ninguna pretensión económica, sin saber si serán escuchados o leídos (y ni mucho menos pretenderlo). ...

busca en secreto una salida que te acerque un poco más

a lo que nunca deseaste

que vienen días sin inviernos en los que puedes sonreír
como cuando fuimos reyes...

Hubo tiempo para recordar un par de canciones de su anterior trabajo Kill the rock stars we were: la enorme A quiet life with my wife y St. Pauli neon lights. Volviendo al inglés, a las distorsiones, a la oscuridad, a otro tiempo y otra manera de hacer y entender la música. Incluso tuvimos el placer de degustar una nueva canción, 1973, que se quedó fuera de su última grabación y que supuso uno de los puntos álgidos del concierto de los cacereños.

En ese climax, cuando el grupo estaba en su mejor momento, el sonido rozaba el sobresaliente y el público comenzaba a entregarse, llegó Lear. Una canción que puso sobre la mesa el enorme potencial del grupo en directo, liderados por los paisajes instrumentales de la guitarra de Carlos, donde el resto de instrumentos estallaban con cada frase de Jose. Batería, bajo y guitarras se unían en una canción hecha para lucirse y dejarse llevar arrastrados por ese torrente sonoro. El concierto llegó a su fin y el aterrizaje fue duro, un concierto corto pero intenso, que dio muestras para ver que el engranaje funciona y que cada concierto supone un paso más para recuperar esa contundencia, quizás un poco oxidada, por el tiempo de descanso desde el final de la gira de su último trabajo.

Dichoso y transparente es el olvido que me obliga a prescindir de ti.

Con esa última frase retumbando en la cabeza, volví a recorrer el camino inverso por esa noche, aún oscura, que en Madrid llamaron algo así como La noche de los libros.

Texto y fotos: Jabitxu Notesalves.com

11 abril 2006

bloomington - a quiet life with my wife

25 marzo 2006

the rincón pío sound. don benito


Inaugurar The Rincón Pío Sound Venue fue para nosotros mucho más que un honor. Que se hayan acordado de nosotros para estar presentes en la puesta en marcha de un local al servicio de la cultura sin ánimo de lucro es un halago que nos llena de felicidad.

Tocamos a las tres de la tarde entre muchas caras amigas y mucha gente que sabe que la cultura, como todo en esta vida, es cuestión de trabajar y fomentar aquello en lo que uno cree.

The Rincón Pío Sound no sólo es un local de conciertos de Don Benito, Badajoz, es un lugar en el que además se celebran exposiciones de pintura, escultura o fotografía, y en el que se proyectarán películas fuera de los circuitos comerciales y de la premura efímera de los estrenos.

No son unos recién llegados: ya han organizado conciertos de Starmarket, Lukestar, Logh, Engine Down, This Ain't Vegas, Ipanema, 12twelve y muchos otros con una profesionalidad y un entusiasmo que, sin duda, creará escuela.

Gracias amigos del Rincón Pío Sound, fue/será el concierto más inolvidable de nuestra vida.

fotografía: Roberto Álvarez

24 marzo 2006

bad-music.com

Tercer disco de la banda extremeña e ideario intelectual de un grupo en pleno proceso de metamorfosis ideológica, lo que hace de este disco un trabajo complicado y bello a la vez. Abandonando las armas con las que trabajaron antaño, marchan a escape hacia un futuro más interesante desde el punto de vista musical, desconcertante comercialmente y muy atractivo para el egoista oyente.

Dejar de lado el inglés nos permite descubrir una banda con ideas, cosas que contar y que utiliza las palabras como arma arrojadiza para, entre estribillos y acordes, provocar un toque de atención a tanta frustración ahogada en botellones de fin de semana. Abandonar la violencia les convierte en mucho más peligrosos, ya que utilizando las palabras y desarrollando las ideas son más cortantes, virulentos y punzantes, penetran más en el interior y desde allí estallan en mil pedazos.


Madurez? no lo sé, pero si así fuera, bienvenida sea. Compromiso? lo desconozco, pero de ser así, ya era hora. Revolución? quizás es muy pronto, pero siempre hay que estar preparado para ella.


Entre la elegancia de Elvis Costello y la desfachatez juvenil de Nada Surf, hay un hueco por el que se mueven a sus anchas Bloomington, con 36 minutos de sonido indie-rock con ideas... y no todo el mundo está preparado para ello.

Redactor: Jose Luis Bad

23 marzo 2006

heineken.es

Bloomington se forman en Cáceres en el año 1994. Fieles a una filosofía de trabajo cercana a los postulados del D.I.Y. y celosos de una independencia que no quieren vender al mejor postor, el grupo dedica los primeros años de su existencia a la creación de canciones y su exposición en directo a todo aquel interesado.

Razón por la que se montan su propio estudio de grabación (Tribal Secret), desde el que en el año 98 lanzan la primera de las cuatro maquetas con las que empiezan a llamar la atención de discográficas y público, gracias a un sonido que tiene sus referentes al otro lado del Atlántico.

Del emo al college-rock, filtrando influencias de Sonic Youth y Sunny Day Real Estate, de los pasajes acústicos a las guitarras afiladas, acudiendo a la psicodelia cuando es necesario o dejando que los instrumentos hablen por si solos sin necesidad de voces que les acompañen en unas letras que, por entonces, se escribían en inglés.

Con la llegada del nuevo siglo, Bloomington debutan en formato largo optando por la autoedición. The Magic Bullet Theory (Indie-Rock Action, 00) les abre nuevas puertas y les permite entrar en contacto con Aloud Music, sello en el que publican su segundo LP: Kill The Rock Stars We Were (Aloud, 03).

Tres años después regresan con Activando La Disidencia (Aloud, 06), álbum producido por ellos mismos y mezclado por ese genio a pequeña escala llamado Santi García (habitual productor de la factoría B-Core). Un disco que supone su definitivo paso al castellano y en el que parecen alejarse un tanto del indie para acercarse a un rock sin aditivos.

Activando La Disidencia tiene en unas melodías intensas y un sonido directo y desnudo obtenido con los mínimos elemento definitivo paso al castellano y en el que parecen alejarse un tanto del indie para acercarse a un rock sin aditivos.

Activando La Disidencia tiene en unas melodías intensas y un sonido directo y desnudo obtenido con los mínimos elementos posibles, el nexo de unión entre nueve canciones que, con títulos que hacen referencia a tiendas de discos convertidas en grandes almacenes (Madrid Rock), míticos combates de boxeo (Cuando Fuimos Reyes) o los grandes ogros del siglo XXI (La Corporación), se convierten en nueve metáforas de nuestra sociedad.

Unas letras de doble fondo que, bajo una apariencia de denuncia política y social, esconden problemáticas mucho más cercanas, cotidianas y personales.

Zigor Cavero

20 marzo 2006

thebellemusic.com

¿Hacia donde mira el chico de la gorra que figura en la portada del disco de Bloomington?,o en todo caso ¿Qué se quiere negar a ver? El problema cuando quieres decir mucho es que si no tienes claro el discurso el tiro te puede salir por la culata, te puedes volver soso y aburrido. Los folletos desplegables que se incluyen en algunos discos casi nunca dicen nada, se hacen innecesarios y -siendo prácticos- ponerlos dentro de la caja nuevamente es un coñazo. Los discos conceptuales -la mayoría de ellos- tienen bien ganados el calificativo de "infumables" como norma de descripción. Hasta ahí bien... o bastante mal, vamos. El caso es que Activando la disidencia -el primer disco de los de Cáceres en español- podría muy bien terminar contradiciendo todo lo malo que le acabo de achacar a este tipo de trabajos.

Desde "Empezar otra vez" hasta "lear" los Bloomington parecen desarrollar una especie de obra de teatro con sus divisiones en actos, y lo que me parece más interesante es que tanto música como diálogos se hacen complementarios hasta el punto en que, como la escena cumbre de una obra, cuando la voz calla, son los instrumentos los que parecen seguir desarrollando la historia (si es que la hay) ya sea con guitarras rítmicas de un pop bastante clásico, pero motivante, o bajos y baterías trotones que funcionan de maravilla en canciones como "la corporación", hit innegable de este disco. Podría citar a muchas bandas que transitan los caminos que aquí hacen acto de presencia, pero como dicen ellos mismos en "Madrid Rock" se tienen que dejar de lado las explicaciones... Al menos las que llevan a un tópico tan manoseado como el de las "influencias", vale la pena llegar al plástico sin anticipar "otros nombres".

No es necesario enchufar demasiada distorsión y gritar con fuerza para llamar la atención, se trata de tener canciones de calidad, canciones que funcionen sin disfraz y en el caso de Bloomington todas ellas parecen estar sacadas de raíz, cosechadas sin químicos. A este paquete de melodías se les ha protegido de la lluvia ácida que pudiera derretirlas. Probablemente a primera escucha quede la sensación de que la banda tiñe sus canciones de cierto aire político, cierto tufillo trasgresor light pero no se engañen, mientras más gire "activando la disidencia" más trucos y artilugios se van apareciendo en el camino y cualquier aire "trascendental aburrido" se quiebra a favor de la música y de las canciones.

Los edificios ciertamente representan ese aire vacío que respira el arte de este disco; pero son, acompañantes como estos, los que llenan ese vacío inmobiliario y sentimental en el que probablemente tengamos que vivir muchos años, los que convierten nuestras habitaciones en hermosos campos de batalla.

PD: se agradece la inclusión de un folleto con las letras de las canciones, vale la pena el trabajo que da volverlo a poner en su respectivo lugar.

por Jorge Paez

18 marzo 2006

ociojoven.com

Desde hace unos años que Bloomington son, más que una banda, unos auténticos catalizadores de la escena indie-rock nacional, aunque siempre han sido un poco los hermanos pobres de otras bandas, sin obtener el reconocimiento del que otras bandas de grandes ciudades disfrutan. En este caso y como viene siendo tendencia, los cacereños se han pasado al castellano resultando en un curioso timbre de voz un tanto ambiguo con tendencia a exagerar las "eses". Esto permite que las historias de desesperanza tanto sentimental como sociopolítica nos atraviesen con más fuerza, así como los alegatos que llaman a cambiar el futuro, a "activar la disidencia" como reza el álbum inspirado en un texto de Chomsky.

La pauta del disco es la tensión instrumental agudizada con letras disturbantes. Así comienza con trepidancia percusiva "Empezar otra vez" que enlaza a la perfección con "No todo está perdido". Esto ilustra el carácter unitario de un disco breve (35 minutos) y con escasos altibajos.

Pero la poesía de Bloomington habla de cosas muy concretas. El mejor caso lo tenemos en "Madrid Rock", una especie de oda a la música a modo de desoladora crónica futurista, o quizás no tanto. El tono tristón y amargo con su punto de fuga continúa en "Cuando Fuimos Reyes" y se remonta el vuelo un poco con la reflexiva "Redactor Jefe".

El disco también nos ofrece números dignos del mejor pop-rock como "Lugares Comunes" o especialmente "La corporación" con pegadizos estribillos que obsesionan la mente del oyente. Una conjunción tan perfecta tiene esta última entre fuerza lírica e instrumental que no sabrás si la escuchas por el puro placer de oírla o para aprenderte la letra. Letras remarcadas con la reiteración rítmica y que alcanza grandes cotas como en "Trenes Rigurosamente Vigilados".

En fin, Bloomington encuentran en su particular madurez un aliado en poderoso en el castellano para mostrar una rica expresividad que no necesita de grandes piruetas musicales más allá del indie-rock noventero y quizá algunos retazos de post-rock. Canciones volátiles que nos sobrevuelan como sueños y pesadillas a la vez exponentes de la cruda y grisácea realidad, sensaciones bien plasmadas en el artwork.
Por: Sprnknwn

16 marzo 2006

pinypondjs.com

Regreso del combo extremeño Bloomington con nuevo miembro en sus filas y con su primer trabajo en castellano, "Activando la disidencia" (título pillado de un documental canadiense sobre la figura de Noam Chomsky), LP que sirve de paso para inaugurar en el sello Aloud Music la sección "discos cantados en castellano". En lo que respecta al tránsito de lenguas aquí no hay falla (como en algunas sonadas escapadas al castellano de otros grupos y solistas) pues Bloomington se han currado con cariño las letras y parecen moverse con comodidad en la lengua de Cervantes. Tres discos (incluyendo éste) a sus espaldas y subiendo escalón tras escalón en la búsqueda de un sonido propio que parecen haber encauzado en este nuevo disco. Huida de los sonidos más contundentes y barrocos de "Kill the rock stars we were" (referencia más directa para unos servidores) con premeditación y alevosía, cosa que visto el resultado aplaudimos, pues aunque no es cuestión de renegar del pasado el autoinventarse y regenerarse indica que Bloomingtoon palpita. Exceptuando "La corporación", que relativamente parece buscar la urgencia como expresión, el resto del disco se mueve por aguas más o menos controladas y hasta intimistas. Titular al tema de inicio "Empezar otra vez" se nos antoja como algo no casual. Empieza una nueva singladura para los extremeños que en este trabajo queda patente canción a canción y que queda plasmada en temas acertados como "No todo está perdido", "Lugares comunes", la melancólica "Cuando fuimos reyes" o la tremebunda "Redactor jefe". Tienen tiempo hasta de jugar un poco a ser un poco de la escuela zaragozana (es decir, El Niño Gusano/Tachenko/La Costa Brava) en "Madrid Rock" (crónica en clave sobre el cierre de la tienda de discos madrileña). La pegadiza "Trenes rigurasemente vigilados", uno de nuestros temas favoritos, y un final atípico por su duración ("Lear") que esconde un bonito track sin nombre, rematan un disco que consigue desde su falta de preteciosidad y simplicidad de exponentes mantenernos enganchados.

14 marzo 2006

lafactoriadelritmo.com

Bloomington es un grupo de Cáceres, comenzó a existir en el año 1994, si bien no es hasta 1998 cuando registran sus primeras canciones en una maqueta, además de incluir una canción en un recopilatorio para Subterfuge.

Con aquella grabación comienzan a sonar en Radio 3 y un año después registran dos nuevas maquetas. Las cuales son bien acogida por público y crítica. En el 2000 graban otra nueva maqueta con similar respuesta.

En el 2001 deciden grabar su primer disco en formato profesional, "The Magic Bullet Theory", que se publicaa en febrero del año siguiente de forma autoproducida y en el que se aprecia el universo musical de la banda... Pixies, Sonic Youth, Pavement, Guide by Voices y otros muchos. Con letras en ingles.

Dos años después lanzan "Kill the rock star we were", disco que se publica con el recién nacido sello "Aloud Music". Aquel disco fue muy bien recibido por la crítica y mostraba su capacidad para sonar elegantes, con un pie en las bandas que les inspiraron en un principio y otro en sus propia forma de ver la música.

Ahora, recien nacido el año 2006, Bloomington lanza un nuevo disco, "Activado la disidencia", en el que apuestan por el castellano para las letras y en el que arriesgan dentro de la coherencia de su estilo indie-rock.

El grupo está compuesto por Javier Torres, bajo, Juan Jesús, batería, Carlos Rubio, guitarra, y José Tato, guitarra y voz, quien contesta a nuestras pregunta sobre la banda:

• "Activando la disidencia" es vuestro tercer trabajo, con una gran novedad... cantar en español. De eso ya hablaremos después, pero antes... ¿Vuestros discos son pasos en un mismo camino o notáis importantes rupturas de cada uno al siguiente?

Son pasos en un mismo camino, etapas que se van sucediendo de manera natural. No buscamos romper con lo que hemos hecho antes, sólo intentamos continuar un camino emprendido hace tiempo y que tiene que seguir evolucionando. La evolución supone dejar atrás lo caminado, aunque sin acritud.

• Y el grupo como concepto y proyecto... ¿notáis que maduráis con el paso del tiempo... con cada disco y con la suma de actuaciones en vuestro haber?

Ahora somos más maduros, no sólo como grupo, también como personas. Cada grabación hace que aprendas cosas nuevas y cada actuación hace que seas más fuerte y estés más seguro de lo que haces. Con el paso del tiempo uno va perdiendo inseguridades y aprende a respetarse.

• Respecto al cambio del inglés por el español... ¿por qué este cambio tan importante?

Cuando el grupo nació, éramos adolescentes y, por lo tanto, no nos planteamos nada referente a tocar en una banda de rock: hicimos lo que haan en ese momento lo grupos que nos gustaban. Cuando muchos años después nos planteamos por qué cantábamos en inglés no encontramos ninguna razón de peso, y comprendimos que era un obstáculo entre la gente que nos escucha y nosotros. No nos arrepentimos de haber cantando en inglés, pero ahora sabemos que deberíamos haber cantando en español mucho antes.

• ¿Ha resultado más difícil componer las letras en castellano que en inglés?

En español es mucho más difícil, porque es nuestro idioma y el idioma de la mayoría de gente que nos escucha, y no nos sirve cualquier cosa, como sucedía en inglés, a pesar de que éramos muy cuidadosos con nuestras letras en inglés. En español hemos evitado las rimas agudas y los estribillos, y hemos buscado que las canciones sean lo suficientemente abiertas como para que puedan ser interpretadas de muchas maneras.

• Vuestro primer disco lo auto-editasteis, pero vuestros dos últimos trabajos han sido publicados por Aloud Music. Además "Kill the rock stars we were" fue la referencia que estrenó el sello... ¿Qué tal con Aloud Music? ¿Aporta lo que vuestro grupo necesita?

Sin Aloud no podamos existir. Ellos son parte de nosotros, son una parte más de la banda. Nos apoyan, nos entienden y nos esperan (hemos tardado más de año y medio en componer y grabar el disco). La industria musical y cultural de este país sería distinta si todos los sellos fueran tan honestos, soñadores y trabajadores como Aloud Music.

• Vuestro anterior disco se distribuyó en algunos países extranjeros... ¿se lograron vender muchos discos en esos países?

No se vendieron muchas copias, pero la acogida en la prensa fue muy buena, sobre todo en Alemania e Italia.

• ¿Se distribuirá el nuevo trabajo también en otros países?

Seguro que sí.

• Por cierto... ¿Cómo está el panorama musical en Cáceres? ¿Tenéis seguidores en vuestra tierra?

No conocemos a todos los grupos de Cáceres, y suponemos que debe de haber mucho más de lo que parece. Hay bandas con una buena trayectoria como Maggot Brain, y mucha gente con ganas de hacer cosas como en todos los sitios.

Tenemos seguidores, por supuesto, y para muchos de ellos ya somos como parte de sus vidas: llevan catorce años viéndonos tocar y comprando nuestros discos.

• ¿Qué grupos de Extremadura nos podéis recomendar?

Maggot Brain.

• ¿Y qué grupos a escala nacional os gustan?

(lo:muêso), Peluze, Nothink, Raydibaum, Standstill, 12twelve, Ainara Legardon,...

• Y ya a escala mundial... ¿hay bandas que os hayan aportado algo especial y os hayan influido?

Fugazi, Cursive, The Appleseed Cast, At the drive-in, Q and not U, Low, Uncle Tupelo, ...

• ¿Qué os gustaa conseguir con "Activando la disidencia"?

Nos gustaa que la gente disfrutara con él.

• ¿Tenéis ya proyectada una gira de presentación?

BloomingtonSí. No será una gira al uso, pero tocaremos en muchas salas de España a lo largo de los próximos meses, además de tocar en algunos festivales de verano como Contempopranea.

• Y nada más, salvo dejaros espacio para si deseáis añadir algo más...

"All the power's in the hands/ Of people rich enough to buy it" (The Clash).

texto: F-MHop